viernes, 17 de mayo de 2013

Esas pequeñas cosas

"Adoro los placeres sencillos, son el último refugio de los hombres complicado"
 (Oscar Wilde - Escritor, dramaturgo y poeta irlandés)  


Muchas veces pensamos: ¿Qué es lo que quiero hacer en la vida?. Son numerosos los que contestan: "Quiero hacer algo grande, quiero que el día de mañana se me recuerde por algo que hice". Esta contestación no es extraña y en parte a todos nos gustaría ser recordados por algo que tuvo un reconocimiento, pero todos no podemos conseguirlo y ni siquiera hacer algo grande implica que sea bueno.

Sin embargo, creo que a veces nos empeñamos en la búsqueda de ese acontecimiento grandioso, en destacar por encima del resto con algo que hemos creado o realizado. Y sí, eso es magnífico y debe tener su reconocimiento , pero opino que lo que nos hace grandes son las cosas pequeñas, esas cosas que parecen insignificantes pero que pueden sacar la sonrisa más grande jamás vista.

No podemos negar que todos los días pasan cosas y que lo que transcurre cada veinticuatro horas es nuestra vida y la de otros, aunque a veces no nos demos cuenta. Podemos pasar años preparando ese gran acontecimiento que nos haga reconocibles para otros, sin embargo, cuando por fin llega ese éxito no dura para siempre. Vivir de él es posible durante un tiempo limitado, pero no es algo eterno. Mientras que nos olvidamos de las cosas pequeñas por conseguir algo más grande, éstas son las que verdaderamente nos harán fundamentales en un futuro.

¿Y qué son esas cosas pequeñas? Bueno, hay infinitos detalles que pueden hacerse, pero algunos son: poder leer y disfrutar de un libro, preparar el plato de comida favorito a una persona que quieres, conversar con tus abuelos sobre cómo era la vida en su época, jugar con tus primos o hermanos pequeños, comprarle a tu madre la que siempre ha sido su chuchería favorita... Y así hasta una infinidad de pequeños detalles que hacen que el día a día sea más llevadero y que consiguen que nos vayamos a la cama llenos de satisfacción y alegría.

Hacer algo relevante para el mundo, un país o una ciudad puede conllevar muchos años pero ofrecer esas cosas pequeñas cada día y hacer sonreír a los que te quieren es una dedicación que dura toda una vida. Al final, esos detalles no nos harán famosos ni importantes para una nación, pero sí que supondrán que seamos irremplazables para las personas que nos rodean.

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