lunes, 27 de mayo de 2013

¿Quién quiero ser?

"Nunca es demasiado tarde para ser lo que podrías haber sido"
(George Eliot - seudónimo usado por la escritora de origen británico, Mary Anne Evans)


Nunca es demasiado tarde... Creo que esta frase resume lo que deberíamos saber todos, que todavía hay tiempo para poder cambiar y ser de verdad las personas que siempre hemos esperado ser cuando eramos pequeños.

En muchas ocasiones, las circunstancias no nos ayudan a tomar decisiones que son importantes para nosotros y fundamentales para nuestro futuro. Miedos, cobardía, pereza, desilusión... Sentimientos que crean un muro entre lo que somos y lo que desearíamos ser. Esto nos ha pasado a todos, y yo misma he vivido cosas así. Es doloroso mirar al pasado y darte cuenta de que no hiciste algo por miedo o por desilusión, y siempre te quedarás con la duda: ¿Qué habría pasado?

Hoy día sigo mirando hacia atrás y compruebo que algunas decisiones que tomé en el pasado no fueron las adecuadas, y que " mis fantasmas" pudieron más que yo en muchas ocasiones. Sin embargo, el pasado ya es algo que no tiene remedio, es algo que no podemos rehacer ni cambiar. No obstante, nos sirve de experiencia y de impulso para poder modificar nuestro futuro y actuar como de verdad habríamos querido en otros tiempos. Aun así, todavía nos cuesta tomar la iniciativa y plantar cara a los "fantasmas" que nos acechan en los momentos más decisivos de nuestra vida.

Una buena forma de plantar batalla a estas sombras es visualizarnos en la actualidad, reflexionar sobre lo que somos y a cuánta distancia estamos de lo que verdaderamente nos gustaría ser. Podemos preguntarnos: ¿Quién soy ahora? ¿Quién quiero ser realmente? En mi caso, me hice esas preguntas y tenía dos respuestas: ser la cobarde que no se atrevió a enfrentar uno de sus miedos o ser la persona que el día de mañana pueda contarle a sus hijos que fue capaz de luchar contra los "fantasmas" por mucho que costara al principio.

Como dice George Eliot, nunca es demasiado tarde para ser lo que de verdad queremos y necesitamos ser. Siempre hay tiempo para luchar y lograr lo que nos proponemos, siempre hay suficiente vida para demostrar a los que no dieron nada por nosotros que somos más de lo que ellos creyeron. Nunca es demasiado tarde para ser un deseo hecho realidad.

Frase de George Eliot

sábado, 18 de mayo de 2013

Señales del universo

"Podemos pedirle al universo todas las señales que queramos, pero al final sólo vemos lo que queremos ver cuando estamos listos para verlo"
(Ted Mosby - 'Cómo conocí a vuestra madre')


¡Qué complicado es a veces ver las situaciones desde nuestros propios ojos! La subjetividad y el "querer" ser ciegos ante algunas realidades no nos dejan contemplar las cosas como son. Cuántas veces habremos oído por parte de amigos o familiares que las cosas no son como las vemos, que nos estamos equivocando y que nosotros mismos no nos dejamos ver lo que ocurre.

Ver las situaciones desde fuera, alejados de esa burbuja que atrapa a la persona que está implicada siempre es más fácil. No estamos cubiertos de esa subjetividad, y quizás podemos ver las situaciones con mayor claridad. Nuestro punto de vista puede ser un poco más objetivo, pero eso tampoco garantiza que estemos en posesión de la verdad. La circunstancia nos afecta menos y por ello no nos encontramos dentro de la burbuja que nubla nuestro sentido, pero también estamos impregnados de nuestra personalidad y de cómo vemos las cosas desde una perspectiva más fría.

Como bien dice Ted Mosby, personaje interpretado por Josh Radnor, en esta frase de la famosa serie Cómo conocí a vuestra madre, por mucho que pidamos al universo una serie de señales que nos convenzan de algo, de que llevamos o no razón, sólo vamos a ser capaces de ver lo que en ese momento necesitamos aunque no sea la auténtica realidad.

Estar en esa burbuja es complicado, todos hemos pasado por eso, y por ello recurrimos a gente que se encuentra fuera de ésta para que nos ayude a comprender si nuestro sentido está nublado o no. Sin embargo, ¿de verdad eso nos ayuda o nos frustra porque en realidad estamos buscando una respuesta concreta y la que nos dan no es la que queremos? Quizás debemos ser nosotros mismo los que salgamos de esa burbuja con todo el esfuerzo que eso supone, porque entonces no sabremos nunca si nuestras decisiones están basadas en lo que nos decían desde fuera o por que era lo que necesitábamos en ese preciso momento. 

Como dije antes, ver las cosas desde fuera es mucho más sencillo, pero no incluye tener razón. Cuando somos conscientes de que estamos en esa burbuja por nosotros mismos y tomamos la decisión de salir de ella, es el momento en el que dejamos de ver lo que queremos y comenzamos a estar preparados para ver las auténticas señales que nos ofrece el universo.


Imagen de 'Cómo conocí a vuestra madre' en la que aparece Ted Mosby.

viernes, 17 de mayo de 2013

Esas pequeñas cosas

"Adoro los placeres sencillos, son el último refugio de los hombres complicado"
 (Oscar Wilde - Escritor, dramaturgo y poeta irlandés)  


Muchas veces pensamos: ¿Qué es lo que quiero hacer en la vida?. Son numerosos los que contestan: "Quiero hacer algo grande, quiero que el día de mañana se me recuerde por algo que hice". Esta contestación no es extraña y en parte a todos nos gustaría ser recordados por algo que tuvo un reconocimiento, pero todos no podemos conseguirlo y ni siquiera hacer algo grande implica que sea bueno.

Sin embargo, creo que a veces nos empeñamos en la búsqueda de ese acontecimiento grandioso, en destacar por encima del resto con algo que hemos creado o realizado. Y sí, eso es magnífico y debe tener su reconocimiento , pero opino que lo que nos hace grandes son las cosas pequeñas, esas cosas que parecen insignificantes pero que pueden sacar la sonrisa más grande jamás vista.

No podemos negar que todos los días pasan cosas y que lo que transcurre cada veinticuatro horas es nuestra vida y la de otros, aunque a veces no nos demos cuenta. Podemos pasar años preparando ese gran acontecimiento que nos haga reconocibles para otros, sin embargo, cuando por fin llega ese éxito no dura para siempre. Vivir de él es posible durante un tiempo limitado, pero no es algo eterno. Mientras que nos olvidamos de las cosas pequeñas por conseguir algo más grande, éstas son las que verdaderamente nos harán fundamentales en un futuro.

¿Y qué son esas cosas pequeñas? Bueno, hay infinitos detalles que pueden hacerse, pero algunos son: poder leer y disfrutar de un libro, preparar el plato de comida favorito a una persona que quieres, conversar con tus abuelos sobre cómo era la vida en su época, jugar con tus primos o hermanos pequeños, comprarle a tu madre la que siempre ha sido su chuchería favorita... Y así hasta una infinidad de pequeños detalles que hacen que el día a día sea más llevadero y que consiguen que nos vayamos a la cama llenos de satisfacción y alegría.

Hacer algo relevante para el mundo, un país o una ciudad puede conllevar muchos años pero ofrecer esas cosas pequeñas cada día y hacer sonreír a los que te quieren es una dedicación que dura toda una vida. Al final, esos detalles no nos harán famosos ni importantes para una nación, pero sí que supondrán que seamos irremplazables para las personas que nos rodean.

sábado, 4 de mayo de 2013

Caminar juntos

"La experiencia nos enseña que amar no significa en absoluto mirarnos el uno al otro, sino mirar juntos en la misma dirección"
(Saint-Exupéry, escritor y aviador francés, autor de la famosa obra El Principito)


El amor... ese sentimiento tan complejo y sencillo a la vez que a algunos vuelve locos y a otros les hace anhelar esa locura cada día.

Creo que una pareja debe basarse en una relación de igual a igual en la que ninguno está por encima del otro, se trata de estar al mismo nivel sin querer quedar por arriba. Es la búsqueda de la felicidad del otro, y por inercia, la nuestra. El amor es complicado puesto que implica un alto nivel de entrega hacia la otra persona. El egoísmo, la desconfianza y los diferentes proyectos de vida sólo conducen a una relación que está condenada al fin. Antes de empezar con alguien debemos plantearnos qué cosas nos unen y si realmente somos compatibles con esa persona, porque si eso lo dejamos para más tarde terminaremos dándonos cuenta que nuestros caminos tenían direcciones diferentes. Así que antes de emprender ese camino inseguro, es mejor colocarse en un cruce a la espera de una persona que nos atraiga y que también se dirija a nuestra senda. Puede resultar algo frío, pero obligar a alguien a cruzar un camino que no es el que quiere es mucho más duro.

A veces nos empeñamos en estar con la persona que menos nos complementa y podemos decir: "¡Es que uno no decide de quién se enamora!". Por supuesto que uno no elige eso, hasta cierto punto, pero creo que muy en el fondo cada uno de nosotros sabe si hay un futuro. Esas cosas se ven venir desde los comienzos, ya que hay diferencias que son muy complicadas de unificar. Con ello, no quiero decir que ambos tengan que ser iguales, es bueno que tengan gustos diferentes y que eso les permita conocer los intereses de la otra persona, y  en un futuro incluso compartirlos. Sin embargo, debe haber esa predisposición a conocer los intereses del otro y no imponer los propios. 

Lo que sí pienso que debe ser común para los dos son los pilares básicos y los proyectos de vida. Cuando las ideas básicas como la educación de los hijos, la forma de vida e incluso el día a día chocan, es muy probable que esa pareja ya tenga una fecha de caducidad puesta.

Como dice el autor de El Principito en esta frase, se trata de mirar juntos en la misma dirección, y para ello hay que saber si la contemplación de ese futuro juntos es común o no.