Errores

"Hay ciertas cosas en la vida que sabes que son un error, aunque en realidad no sabes que son un error porque la única forma de saber realmente que son un error es cometiendo el error y luego mirando hacia atrás y decir: Sí, ha sido un error. Así que en realidad, el verdadero error sería no cometer el error, porque entonces te pasarías la vida entera sin saber si era un error o no. Y maldita sea, yo no he cometido errores. Absolutamente todo en mi vida, en mi relación, en mi carrera está exento de errores"

(Lily Aldrin - Cómo conocí a vuestra madre)

La primera frase sobre la que me gustaría hablar es este fragmento que he seleccionado de la famosa serie 'Cómo conocí a vuestra madre'. Como bien resume el título, esta comedia estadounidense relata cómo el protagonista, Ted Mosby, conoció a su mujer y madre de sus dos hijos.

El fragmento escogido es dicho por Lily Aldrin, una de las mejores amigas de Ted. Al leerlo comprobamos que tiene un toque de humor, puesto que repite mucho la palabra error, pero creo que el trasfondo de la frase es muy cierto.

El ser humano no es perfecto, todos cometemos errores a lo largo de nuestra vida, pero hay ocasiones en las que sabemos que actuar de una manera es una completa equivocación. Sin embargo, como bien dice Lily, no podemos saber que hemos cometido un error hasta haberlo llevado a cabo y haber comprobado que sí lo era. Puede parecer un poco ilógico, pero no todo en la vida tiene una explicación clara.

Para las personas que se consideran muy racionales, como yo, puede parecerles una locura cometer errores casi de forma intencionada. No tiene sentido equivocarse a conciencia. No obstante, y mencionando así otra frase interesante: "hoy son errores, mañana son experiencias". Éstos también nos ayudan a madurar y aprender, a darnos cuenta de lo que realmente es fundamental para nosotros. Y precisamente eso, es lo que nos convierte en humanos, saber aprender y no cometer los mismos fallos del pasado.

Y bueno, a veces lo que parece un error, puede convertirse en la decisión más acertada de nuestra vida, porque sólo lo parecía y en realidad no lo era.