martes, 29 de septiembre de 2015

Javier Ruescas selecciona mi relato

Hola a todos. ¿Cómo estáis? Espero que muy bien. Hoy no traigo una frase sobre la que reflexionar. La entrada de hoy es más especial, al menos para mí, puesto que me supone una gran satisfacción como amante de las letras. 

En verano, mi amiga Lidia de Mirada de Arcoiris, me propuso que nos apuntáramos al I Curso de escritura de Javier Ruescas, que es un escritor de literatura juvenil española muy conocido. El curso se llama Escribe una historia. Después de mirar mucho el curso y darle muchas vueltas, al final Lidia y yo decidimos ver qué tal estaba, puesto que el temario y el desarrollo del mismo parecían muy interesantes. Ya había hecho algún curso de escritura con anterioridad, pero creo que éste aportaba también cosas nuevas, y sobre todo un foro en el que poder compartir tus ideas, relatos y pensamientos.

Javier Ruescas, además de pasarse por el curso y resolver dudas, propuso que al final le mandáramos, los que quisiéramos, un pequeño relato de no más de 200 palabras. Los diez que más le gustaran los incluiría en su página web, lo que ayudaría a dar a conocer los escritos. 

Yo me decidí a mandar el mío. Al principio no sabía qué escribir porque no se me suelen dar demasiado bien los relatos tan cortos. Me gusta explicar y argumentar todo demasiado y en tan pocas palabras hay que ir muy al grano. Pero una idea se me vino a la cabeza, y ya lo demás fue ir acortando sin dejar que perdiera el sentido que yo quería. Mi intención era hablar de lo que supone para una persona tener cualidades que socialmente se ven como negativas, como son el miedo y la cabezonería. Yo quería plasmar que tener ciertas características o cualidades diferentes (o que no son tan aceptadas), no significa que eso haga que tu vida vaya a peor o mejor, sino que hace que vaya por otro camino. Al final lo titulé Una vida. 

Hace unos pocos días, se supieron los ganadores. Y para mi sorpresa, el mío estaba entre los diez seleccionados. Para mí ha sido una gran satisfacción porque el hecho de que un relato propio le guste a alguien que ya tiene un hueco en la literatura de nuestro país, es importante. Pero sobre todo, lo que más me hace feliz es que mi historia se haya entendido, y que haya logrado emocionar a alguien.Y es que al final lo más importante cuando escribimos es crear conexiones con otros individuos, y que mediante el uso de nuestra lengua, podamos hacerles llegar tantos sentimientos en tan sólo un puñado de letras, en una piscina de letras.

Os dejo el enlace a la página de Javier Ruescas donde se pueden leer los relatos ganadores por si os apetece leer el mío o el del resto de seleccionados, que son todos geniales. Y si se me permite, mi favorito es Sin final feliz de Ana García. Espero que os gusten mucho.

2 comentarios:

  1. Holi!! y todo empezó por un si te apuntas tu me apunto, si no... pos nada :D
    ya sabía yo que ibas a quedar unas de las finalistas, Javier Ruescas no se ha podido resistir a tu estupenda prosa y tu atrayente pluma :P
    Enhorabuena señorita! ^^
    Saludos!

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    1. Al final las mejores cosas salen de lo inesperado ^^. No, tampoco valgo tanto. Lo mejor es estar satisfecho con tu trabajo, y a veces eso es lo más complicado. Pero en este caso, sí estoy contenta. Ha sido un curso estupendo y lo mejor es que lo hemos compartido juntas :). Gracias Lidia.

      Saludos ^^.

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